¡Hola!
Hoy quiero contaros como nos hemos pasado al baby led weaning por obligación. Y es que ha sido mi hijo de 10 meses el que no nos ha dejado alternativa.
Este método de alimentación consiste en ofrecer al niño comida en trozos que pueda coger con las manos y que sea él mismo el que va deshaciendola con las encías (o dientes si los tiene). Es decir, que no se pasa por la etapa de las papillas ni la cuchara. Se puede poner en práctica desde que introducimos la alimentación complementaria, sobre los 6 meses de edad.
Noah se ha alimentado hasta los 6 meses con leche materna (y algún que otro biberón de fórmula) y pasada la primera mitad del año empezamos con los clásicos purés. Casi siempre los he preparado en casa con la Themomix y a veces le he dado potitos bio de la marca Hipp, muy conocida en Alemania.
Pues bien, desde hace unas semanas no hay forma de que abra la boca cuando le acercamos la cuchara. Ni con juguetes para que se entretenga, ni con un trozo de pan (que al principio funcionaba) ni con nada de nada. No quiere que le demos de comer, quiere comer solo con las manos.
Hemos ido alternando las papillas con trocitos de fruta y de verduras cocidas para que vaya familiarizándose con la comida «de verdad» y, parece ser que le ha gustado tanto, que ahora solo quiere comer de esta forma.
Cuando mi hija empezó a comer sólidos ya leí algo sobre el baby led weaning pero no lo pusimos en práctica al 100%. Íbamos combinando y no nos fue mal. A partir del año comía comida sin triturar. Parece ser que su hermano se le ha adelantado.
Las cenas siempre las hacemos todos juntos en familia lo que implica sentarnos a la mesa a las 6 de la tarde. Sé que puede parecer una locura pero aquí en Alemania es habitual. Hay familias que en invierno cenan a las 5 de la tarde! Creo que el hecho de vernos comer a todos juntos le ha hecho tener más interés por la comida así que ya hemos decidido no hacerle más papillas trituradas.
Con mi hija tardé semanas en introducir el huevo, primero un cuarto de yema, la mitad, entera…y pasado el año la clara.Pues bien, hoy Noah se ha comido una tortilla a la francesa más feliz que unas castañuelas. Y lo mismo le pasa con el pollo, la pasta o la fruta.
En realidad me resulta muy difícil saber cuanto llega a comer con este método porque entre lo que va al suelo, lo que come y lo que se le queda pegado en todos los rinconcitos de su rechoncho cuerpo no hay forma de hacerse una idea. Pero he llegado a la conclusión que no me importa. Cuando vuelve a tener hambre le damos de comer y listos. Estoy convencida de que los niños pueden regular su apetito sin problemas y comer de esta forma hasta que estén totalmente saciados.
Aviso para navegantes: armaos de paciencia porque no os hacéis una idea de como os va a quedar la cocina o el salón. Solo os digo que he hecho cambios en la cocina para que nos quepa una mesa y plantar allí el campamento base. Equipaos con un buen babero/chubasquero y respirad hondo. Paciencia, paciencia y más paciencia.
Hay mucha información en internet sobre este tema, recetas, libros, vídeos…aunque está muy bien que le echéis un ojo, en realidad es mucho más simple de lo que parece y estoy convencida que si nuestras abuelas nos vieran por un agujerito se reirían de nosotras al pensar que esto está ya más que inventado. No creo que ellas tuvieran mucho tiempo para andar triturando, como mucho aplastando un poco la comida con el tenedor.
No tengáis miedo por los atragantamientos, que los habrá. Pero no los confundáis con ahogamiento. Cuando se meten en la boca un trozo más grande de lo que pueden tragar, hacen el gesto de «vomitar» y automáticamente lo sacan de la boca. Los padres nos quedamos pálidos unos segundos (mi madre ni os cuento) pero a ellos parece no importarles mucho y siguen comiendo.
No creo que sea necesario decir que hay alimentos, como los frutos secos, que no pueden comer. De hecho, tampoco es buena idea cortar los alimentos demasiado pequeños al contrario de lo que nos dice nuestro instinto que hagamos. Deben poder cogerlos ellos solos y si se los cortamos demasiado no van a poder, además de que los van a tragar de golpe sin poder deshacerlos previamente. Lo veréis claramente en los pañales :).
Si todavía no lo habéis probado os animo a que lo hagáis. No importa si queréis seguir con las papillas. Disfrutaréis mucho viendo a vuestros pequeños descubrir la textura, el color y el sabor de un alimento «real» y podréis llenar la memoria de la cámara de fotos con momentos inolvidables!
¡Contadme vuestras experiencias!
Hasta pronto
Hola Anna!es súper interesante tu descubrimiento, la verdad es que da gusto ver su curiosidad por la comida. Aunque creo que realmente no has hecho blw por haber tenido a tu peque con papilla durante varios meses. Lo que has hecho ha sido una introducción a sólidos temprana. El blw no sólo es comida en trozos,sino la autorregulación del bebé desde el principio. Es decir nada de darle tú o de mezclarle 4 verduras en una papilla, sino desde el comienzo el bebé decide qué y cuánto come. Creo que es importante este detalle para los que aún no han iniciado la AC.
Un abrazo virtual
Hola Annita! Muchas gracias por leerme 🙂
Tienes razón, en realidad sería un «pseudo-blw»…la fruta en trozos la comió desde que iniciamos la AC pero es cierto que lo combiné con papillas una temporada, así que digamos que no ha sido 100% blw. Muchas gracias por tu aclaración!
Y una cosa más quería comentarte por si tienes otro o para otras mamis. El tema de la introducción del huevo es muy complejo y gracias a Dios que no le pasó nada a tu peque y no es alérgico, pero más de uno si de verdad es alérgico puede acabar en otro barrio por una tortilla francesa. Hiciste bien con el primero introduciéndolo poco a poco, pues así lo recomienda la Sociedad española de alergología. Además no es lo mismo tolerar la clara que la yema o sólo trazas de una cosa. Para un alérgico supone una gran diferencia y es importante saber qué es lo que tolera el bebé. No hay que esperar al año, pero sí introducirlo muy poco a poco, cocido 20 minutos y por supuesto por separado! Si quieres fuentes , te las paso también.
Un besico
Annita, gracias por el recordatorio. La teoría la conozco bien ;). De todas formas no se ha comido una tortilla entera el primer día! Comió algún trocito de su hermana y a las semanas fuimos dándole un poquito más. Sé que no es la opción más correcta pero es que con el segundo una se permite ciertas «locuras» que con el primero serían impensables. De todas formas quiero dejar claro que no es la mejor forma de hacerlo, que como dices, hay que introducir el huevo poco a poco empezando por un poquito de yema e ir aumentando la cantidad. Un saludo!