Sí, lo sé, solo leer el título a una se le ponen los pelos de punta pero dejadme que os cuente antes de pensar que me he vuelto loca. La primera vez que leí algo sobre los pañales de tela estaba embarazada de mi hija mayor. La sola idea de imaginarme «friega que te friega» dejándome los nudillos y con decenas de pañales amontonados me hizo desistir y no seguir investigando más. Algo raro en mí he de decir.
Hace unos días, recibí a través de una página web de productos infantiles un correo con una oferta del 50% en una marca de pañales de tela llamados GNappies. La verdad es que eran tan bonitos que no dudé en navegar un poco y ver qué decían sobre la marca. Qué ilusa fui…cuando haces una búsqueda en la red sobre pañales de tela te das cuenta de que existe un mundo ahí fuera totalmente desconocido en el que se usan palabras muy raras, nunca antes escuchadas…que si «one size» o por tallas, que si con bolsillo, todo en uno, predoblados, híbridos, ajustados, absorbentes…mande??? de qué me están hablando!!!
Como a mi no hay producto nuevo que se me resista, me pasé los siguientes tres días (y tres noches cuando me despertaba el peque para comer) leyendo blogs, artículos y todo lo que caía en mis manos acerca del tema. Llegué a la conclusión de que lo mejor era no comprar packs de muchos pañales al principio, ya que cada sistema es muy distinto y cada familia se adapta mejor a uno u otro según sus necesidades. Así que me decidí a hacer mi primer pedido: un pañal unitalla con bolsillo de la marca Charlie Banana y 4 pañales híbridos de la marca GNappies y sus correspondientes absorbentes.
Lo que más me preocupa es el tema de las noches ya que el pequeñajo usa un pañal específico para dormir que aguanta sin problemas hasta que se despierta y no estoy dispuesta por nada del mundo a complicarme más si caben las pocas horas de sueño que tengo. En unos días recibiré el pedido y prometo contaros si funcionan y hablaros un poquito más sobre los tipos de pañales que existen en el mercado.
Hasta pronto!
Bueno bueno, la verdad es que también pienso lo mismo que pensaste tú al principio. Ya tengo e «friega que te friega, lava que te lava» con los trapitos con los que lo limpio cuando le cambio el pañal en casa. Ahora es más grande y no gasto tantos, pero los primeros meses con tanta caca jjaja ya te puedes imaginar.
Cuéntame qué tal con los pañales de tela que has despertado mi curiosidad!
Saludines
¡Hola Anna! Pues tengo pendiente hacer la entrada de mi experiencia con los pañales de tela pero ya te avanzo que me están gustando bastante. No me resulta muy engorroso el tema de los lavados. Para mi gusto tienen también algunos aspectos no tan positivos. Os lo cuento en breve…:)
Un abrazo!