Pues eso, que soy un desastre de madre. No creo que lo sea de forma permanente pero las últimas semanas mi calidad como madre deja mucho que desear.
Desde principios de agosto no hemos parado de recibir visitas de manera constante. Os hablo de marcharse unos y llegar los otros a los dos días. Además también hemos viajado a Düsseldorf a visitar a unos amigos así que llevo no sé cuantas semanas lavando sábanas, haciendo camas, llenando el carro de la compra como nunca y cocinando para un regimiento.
Aunque no lo parezca estoy encantada, es muy gratificante ver cuanta gente nos quiere y hace el esfuerzo para venir a vernos (veremos si les dura el amor durante el invierno, jujuju). Pero por otro lado es agotador con dos niños pequeños.
Mañana me voy a Barcelona 3 días con el peque para ir a una boda y hacer una vista exprés a la familia, y lo que parecía una escapada maravillosa me está dejando más loca si cabe. Esto me pilla en plena adaptación de la mayor que como os he contado aquí no está yendo como me esperaba. Para añadirle más emoción me he matriculado en la universidad a distancia y el curso empezó ayer. Voy mal ya desde el principio.
Volar toda la familia para tan poco tiempo resultaba además de caro, un lío para instalarnos en casa de la familia, no disponer de coche… así que decidimos que me llevaba a Noah que de momento no paga billete (telita con las tasas) y que me necesita más a mí de momento.
Pues bien, hasta ayer no tenía ni idea de que iba a ponerme para la boda. De hecho mi madre se tendrá que pasar un ratito la noche de antes cosiéndome el vestido. He pedido hora en la peluquería porque me han dejado el pelo como la del tren de la bruja después de hacerme una mechitas muy naturales (nótese la ironía). Definitivamente las peluqueras alemanas son de otro planeta. Para una vez que decido arriesgar…
No tengo la maleta hecha y os recuerdo que viajo con un bebé 🙁 Esto en otro momento de mi vida sería impensable. Lo tendría todo preparado y jamás dejaría el modelito de la boda para último momento. Ahora me gusta vivir al límite 🙂
Voy todo el día haciéndome notas en el móvil cuando se me enciende la bombilla y me acuerdo de las cosas que tengo que llevar. Parece que la memoria se esfumó cuando tuve a los niños y ahora soy la viva estampa de mi madre, con las casa llena de papelitos pero en versión 2.0.
Los niños llevan (no os exagero) dos días comiendo y cenando pasta porque no encuentro el momento de ir a comprar. Hoy mi marido se ha quedado un rato a trabajar desde casa porque teníamos pediatra. Dejamos a Clàudia en el KG a las 08:00 y la recogemos a las 10:30 para ir al médico. Como no lleva bien la adaptación no quiero que falte por las mañanas. Pues bien, después de toda la logística llegamos al pediatra y me dicen que es la semana que viene (maldito idioma). Pues ná, pa casa y con los dos dos sola desde las 11:00 de la mañanita.
Esta tarde en un ataque de locura porque se me caía la casa encima nos hemos ido los tres a merendar a la panadería de al lado de casa. Donut de chocolate (por dentro y por fuera) para Clàudia, caña de chocolate para mi (para que el vestido me quede de lujo) y un brioche para el polluelo pequeño. Gracias a dios no se lo han comido todo.
El caso es que tengo la sensación de que no solo me faltan horas al final del día. Me falta una dosis elevada de energía y una dosis todavía mayor de buen humor. Cuando se me descontrola todo tanto no puedo evitar ponerme de una mala leche tremenda porque veo que no llego y que no soy la persona que me gustaría ser.
Cómo lo hacen las madres esas tan perfectas que salen en youtube repletas de hijos? Una de dos: o es todo una farsa o realmente tienen súper poderes. Yo prefiero pensar lo primero (soy muy maléfica, lo sé).
¿Alguna otra madre desastrosa en la sala???
PRESENTE!!!!!!!!!!!!!!!!!! veo a esas madres de revista.. que el niño mancha, el camarero limpia. Que nos molesta que hable, se lo dice educadamente y el niño se calla, consus mochilas para viajes perfectamente ordenadas y completas, su pack «excursion de mediodía» impecable, a juego, y sin que falte una sola cuchara, toallita.. Anna, a veces salgo de casa SIN TOALLITAS Y A LO LOCO.. o sin EL AGUAAAAAA! cuando te de un ataque de MALAMADRISMO nos escribimos un rato, verás que bien te quedas.. jajaja
Como decía en otro comentario, no sé como os lo montáis las que trabajáis fuera de casa también. Sois mis heroínas!Esas madres «perfectas» no existen Raquel, son los padres, jujuju. Sin toallitas y a lo loco…no lo puedes expresar mejor! Un besote enorme y en breve tendrás noticias mías ;).
Jajaj! No te preocupes anna,no estás sola. Me he visto reflejada en cada palabra!! Lo estas haciendo mejor de lo que crees, seguro! Ánimo!
Otra mami (doble) española en alemania??
Muchas gracias por escribir, Patricia! Seguro que no lo estamos haciendo tan mal, verdad? Mucho ánimo para ti también mamá expatriada! Un beso.
Niñaaaaa!!! Q decirte siendo madre trabajadora, primeriza y de gemelos de 8 mesecillos? Pues nada más que hago hasta donde llego y con la mayor d las voluntades. Mala madre?? Ni hablar!!! Buena y de las mejores, al igual q tu y miles más….así q ánimos!!!! Lástima q sea una visita exprés…sino ya t estaba diciendo de quedar….
Un beso enorme!!!!!
Bueno, es que lo tuyo es de premio. De verdad que no sé como lo hacéis las que trabajáis fuera de casa. Y encima con mellizos…me quito el sombrero! La próxima visita organizamos una quedada infantil! Un beso enorme 🙂