Pues eso, que cada día me cuesta más y más decir adiós 🙁
Las últimas semanas hemos tenido la casa repleta de gente. Nos han visitado amigos y familiares sin piedad y hoy ha llegado el día en que nos hemos vuelto a quedar los que somos. Cinco ni más ni menos, pero también por poco tiempo.
Desde que me mudé a vivir a Alemania no ha habido ni un solo día que me haya arrepentido de haber cogido los bártulos e iniciado esta aventura, pero que distinta se ve la vida cuando se tienen hijos. Antes me despedía sin pena ni lágrimas, contenta por haber disfrutado de la compañía de quien nos hubiera venido a ver. Pero cada día se me hace más difícil decir adiós a los abuelos, tíos y amigos que llenan la casa de ruido y alegría para mis polluelos.
Mi hija mayor ya es consciente de lo que significa despedirse y me suplica a las puertas del aeropuerto, hecha un mar de lágrimas, que la lleve también a Barcelona y que ella quiere ir en avión a la playa…
Entonces me toca lidiar también con las lágrimas de los abuelos y con las mías propias, que gracias a todo el lío del momento, consigo contener de aquella manera.
Y es que uno se va de su país para conseguir un futuro mejor, pero en estos momentos es cuando me asaltan las dudas de como crecerán mis hijos teniendo a parte de su familia lejos de nosotros. Y sé que soy afortunada, que hay gente que tiene a su familia en la otra punta del mundo y que ni tan siquiera pueden verse una vez al año.
Siempre me consuelo diciendo que no se puede tener todo en esta vida y pienso como sería mi día a día si viviera en España aunque me temo que, en días como hoy, ni tan siquiera las frases hechas ayudan.
Hasta pronto.
A mi me ha pasado igual. Desde que tuve a mi bebe, las despedidas son muy duras. Visitas no recibimos muchas, somos nosotros los que vamos a España. El momento aeropuerto es…. Tambien dudo sobre el futuro. Que dificil es cuando no se tiene a la familia cerca.
Viriginia, muchas gracias por leerme. Es muy difícil la verdad. Cuando se ve como extrañan los niños a parte de su familia duele mucho el corazón. Pero vamos a ser optimistas y pensar que estamos creando un futuro mejor para ellos, dándoles además las vivencias de conocer otro país y otra lengua.
Un abrazo.
Por aquí más de lo mismo. A veces siento que les estoy robando la familia por estar aquí. Y que estoy dejando a los abuelos y tíos sin nietas y sobrinas. Y me siento muy culpable cuando se van.
María, gracias por escribir. Esa sensación la tenemos todas creo, es inevitable. Pero debemos pensar en todo lo que aprenden en otro país. Es una experiencia impagable. Yo pienso en lo que me cuesta a mi aprender un nuevo idioma y lo fácil que es para nuestros peques. Es un regalo para toda la vida aunque tenga algunas partes negativas como la distancia. Por suerte somos muchas las que estamos en la misma situación y podemos darnos apoyo cuando lo necesitamos.
Mucho ánimo y un abrazo!
Ese mismo pensamiento revolotea alrededor mío en estos días tan especiales ya que estamos disfrutando del primer viaje a España con nuestra hija de dos meses y medio. Disfruto de ver a mi hija con abuelos, bisabuela, tíos y amigos y me entristece al mismo tiempo pensar que no podrá disfrutar del calor de nuestra familia tan amenudo como lo hice yo.
Ya pienso en el día que tengamos que volar de vuelta a Alemania y se que será duro, y que será la primera vez que llore al montarme en un avión con rumbo al norte. Que distinta se ve la vida con un hijo
Hola Lola, gracias por tu comentario. Es bastante triste la verdad y ya verás que cuando crezcan se hace un poquito más difícil. Por eso hay que aprovechar para viajar lo máximo que se pueda, recibir visitas, hacer muchas sesiones de Skype…Bendita tecnología! Mi hija ya coge la tablet cuando quiere hablar con sus abuelos y me pide llamarlos. Disfruta mucho del viaje y piensa siempre en los beneficios que le aporta a tu hija vivir en otro país!
Un abrazo fuerte!