Lo confieso, ayer no fuimos al cole. No había virus, ni revisiones médicas, ni vacaciones ni excusa que valga. Me levanté muy cansada de una malísima noche y el parte metereológico daba nieve todo el día así que después de apagar el despertador a las 6:30, decidí que nos quedábamos en casa.
Sopesé todas los pros y los contras unos minutitos. Muchas veces me puede el perezón inicial (sobre todo en invierno) pero después me alegro mucho cuando los he dejado en el cole y tengo toda la mañana para hacer miles de cosas.
Ayer no fue uno de esos días. Llamamos a la guarde y dijimos que no irían. No mentimos ni dimos …